La muerte que él causa es un beneficio para Cristo y la que
recibe de él es su dicha verdadera. Un cristiano se honra en la muerte de un
pagano porque Cristo es glorificado en ella y la libertad del Rey de reyes se
pone de manifiesto en la muerte de un soldado cristiano pues llama al soldado
para ofrecerle su recompensa. Por esta razón, el justo se regocijará viendo la
venganza consumada.
Bernardo de Claraval
(San Bernardo), Elogio de la nueva
milicia, 1128.
En el
2011 Benedicto convocó al Año de la Fe entre el 2012 y el 2013. Quería terminar
con ello su proyecto de emitir una Encíclica por cada una de las virtudes
teologales. Ya lo había hecho con la Esperanza y la Caridad, faltaba la de la
Fe. El 29 de junio fue dada en Roma por Francisco con el título Lumen fidei, la luz de la fe. Bergoglio
completa así la trilogía.
En
realidad, dice el nuevo Obispo de Roma en el mismo documento, que Ratzinger ya
la tenía casi terminada y que él sólo le añadió al texto "algunas
aportaciones".
En
realidad también el documento de Aparecida de CELAM 2007 que, parece opinión
unánime, fue redactado por Bergoglio, basa gran parte de sus planteos en
palabras de Benedicto, tanto como Papa como prefecto de la Congregación de la
Fe, antes Inquisición y Santo Oficio.
En la
biografía oficial del Vaticano se dice que Bergoglio estuvo en Alemania en 1986
para terminar su tesis doctoral, no obstante no se menciona su título. Según
parece versaría sobre la obra de Romano Guardini. Este fue un teólogo que,
nacido en Verona, sin embargo es considerado alemán pues allí estudió y enseñó.
Ratzinger no sólo fue discípulo suyo sino que declaró que siempre quiso
continuar sus enseñanzas.
Romano
Guardini era agustiniano, "creo para comprender". Se ha dedicado a burlarse de Feuerbach.
El
Capítulo Segundo de la Encíclica de Bergoglio se titula "si no creéis no comprenderéis", palabras del Profeta Isaías a quien propone
leer a la luz de San Agustín, para rematar que la comprensión de la verdad no
es a través de la razón sino del corazón. "Se ha visto que la luz de la razón autónoma no logra iluminar
suficientemente el futuro; al final, éste queda en la oscuridad, y deja al
hombre con el miedo a lo desconocido".
« Con el corazón se cree » y la fe es la verdad. Y
allí cita a Guillermo de Saint Thierry para firmar que el amor es la fuente del
conocimiento.
Vale
la pena recordarlo.
Todos
conocemos la desgraciada historia de Abelardo y Eloísa. Pero Abelardo no fue
sólo quién perdió sus genitales por amor. A punto estuvo de perder la vida en
la hoguera por una alcahuetería de Guillermo.
Pedro
Abelardo decía: "La primera clave de la sabiduría es la pregunta
asidua y frecuente... Dudando es como llegamos a la búsqueda, buscando es como
percibimos la verdad". La fe debía ser explicada.
En esas explicaciones halló Guillermo que una buena
cantidad de proposiciones de Abelardo constituían tamañas herejías. Cosa que le
comunicó de inmediato a Bernardo de Claraval, luego San Bernardo, hombre fuerte
de la Iglesia con llegada al Papa Inocencio II, Gregorio dei Papareschi.
A Bernardo le fue encomendado arengar a la Segunda Cruzada
contra los infieles. ¡Total exterminio a
los Paganos o definitiva conversión! fue su consigna.
Abreviando. Que
Abelardo tuvo que quemar su obra con sus propias manos y le fue prohibido
enseñar de por vida.
"Siguiendo
las enseñanzas de Guillermo de San Thierry, al que podemos definir como cantor
de la caridad, aprendamos a conocer a Dios amándolo" dijo Benedicto,
en Audiencia General el 2 de diciembre de 2009. "También entró en contacto personal con Abelardo, el maestro
que aplicaba la filosofía a la teología de manera tan original que creaba
desconcierto y oposición. El propio Guillermo manifestó sus dudas, solicitando
a su amigo Bernardo que tomara posición respecto a Abelardo".
"Junto con
san Bernardo de Claraval, también nosotros debemos reconocer que el hombre
busca mejor y encuentra más fácilmente a Dios con la oración que con la
discusión". Había dicho en
la audiencia del 21 de octubre de ese año. Nada dice sobre el Elogio de la nueva milicia ni sobre la
arenga.
Entre
ambas audiencias, el 4 de noviembre, dedicó otra que versa sobre "Confrontación entre dos modelos
teológicos: Bernardo y Abelardo".
Dice allí: " mientras que san Bernardo, típico representante de la
teología monástica, pone el acento en la primera parte de la definición, es
decir, en la fides —la fe—, Abelardo, que es un
escolástico, insiste en la segunda parte, es decir, en el intellectus, en
la comprensión por medio de la razón".
Abelardo, dice, "era un
orador brillante: verdaderas multitudes de estudiantes seguían sus lecciones.
De espíritu religioso pero de personalidad inquieta, su vida fue rica en golpes
de efecto: rebatió a sus maestros, tuvo un hijo con una mujer culta e
inteligente, Eloísa. Entró a menudo en polémica con otros teólogos, incluso
sufrió condenas eclesiásticas, aunque murió en plena comunión con la Iglesia, a
cuya autoridad se sometió con espíritu de fe".
Demasiadas coincidencias en el
anti-intelectualismo de Francisco y Benedicto.
Claro que evangelización de hoy
no precisa milicias, basta con que los obispos bailen.
La
primera salida de Roma de Jorge fue a
Lampedusa el 8 de julio. Su denuncia más fuerte respecto a la situación de los
migrantes forzados, en su Homilía fue: "Antes de llegar aquí han pasado por las manos
de los traficantes, aquellos que se aprovechan de la pobreza de los otros, esas
personas para las que la pobreza de los otros es una fuente de lucro. ¡Cuánto
han sufrido! Y algunos no han conseguido llegar".
Estaba en Lampedusa: "Se
vogliamo che tutto rimanga come è, bisogna che tutto cambi"). Il gattopardo.
Este es el Papa del que algunos intelectuales
pretenden apropiarse.
Edgardo Logiudice
julio 2013