domingo, 14 de septiembre de 2014

Ética de las restructuraciones y pago soberano

La Resolución.

En el curso de la gesta del desendeudamiento, luego que la Asamblea General de las Naciones Unidas  aprobara la Resolución n° 68/304, "Hacia el establecimiento de un marco legal multilateral para los procesos de reestructuración de deuda soberana", el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto dirigió a ella un encendido discurso.

El texto  que fuera aprobado resuelve "elaborar y adoptar a través de un proceso de negociaciones intergubernamentales, con carácter prioritario durante la 69º sesión un marco legal multilateral para los procesos de reestructuración de deuda soberana con miras a, entre otras cosas, aumentar la eficiencia, la estabilidad y la previsibilidad del sistema financiero internacional".
Señala asimismo que "el esfuerzo de un Estado por reestructurar su deuda soberana no debe ser frustrado o impedido por acreedores comerciales, incluyendo fondos de inversión especializados como los fondos de riesgo".

Es decir, para aumentar la eficiencia, la estabilidad y la previsibilidad de fondos de riesgo, la Asamblea propone que se elabore un marco legal que permita a los estados quebrados pagar sus deudas. Esto fue lo propuesto por el G77+China, incluido nuestro país.


El discurso de Timerman.

El discurso del Ministro Timerman, después de parangonar esta patriada de pagadores con el "Alegato Ruda" de 1964 contra el colonialismo en defensa de la soberanía argentina en Malvinas, enuncia las razones esgrimidas.

Resumiendo:
a) "Todos sabemos…que un país quebrado no está en condiciones de devolver lo prestado", "que las finanzas no son posibles sin la producción",
b) "La laguna normativa existente en el actual sistema financiero internacional en materia de restructuración de deuda" nos deja "desprotegidos ante el uso y abuso que hacen los especuladores" de esa laguna,
c) La falta de un marco legal "tiene su correlato con la pobreza, las enfermedades, el analfabetismo y la inseguridad que sufren los países históricamente golpeados por la deuda externa". "Miles de millones de dólares van a los bolsillos de los dueños de los fondos buitre gracias a este vacío legal
d) La ausencia de un marco legal para la reestructuración de deudas soberanas "se ha transformado en un problema grave para los fondos inversores",
e) La mayoría de los fondos inversores "reconocen la bondad de respetar el acuerdo con la mayoría de los acreedores",
f) "Es hora de comenzar a trazar conjuntamente un camino ético, político y jurídico capaz de ponerle frenos a la especulación desenfrenada". "Hemos decidido que ha llegado el tiempo de darle al sistema financiero un marco legal para la reestructuración de la deuda soberana, que respete a la mayoría de los acreedores y que le permita a los países salir de las crisis en forma sustentable".


Sintetizando:
Todos sabemos que los países endeudados pueden quebrar. Para los fondos el problema consiste en cómo cobrar, es decir que el quebrado pueda seguir produciendo para pagar.
Por eso si los fondos llegan a un acuerdo, la minoría debe respetar a la mayoría, porque de lo contrario no cobra nadie. De allí que sea necesaria una norma que así lo diga.
En suma, para cobrar no hay que matar al deudor. Ese es el camino ético.
Si las minorías respetan las mayorías de los fondos financieros se terminan los problemas del hambre, las enfermedades, el analfabetismo y la inseguridad y los fondos buitres no se llevan los dólares que no les corresponden. Con la norma los países deudores quedarían protegidos frente al uso y abuso de los especuladores.

Trataríase de una cuestión ética que se resuelve jurídicamente. Ético es que cobremos todos y que dejemos producir al deudor para que pueda pagar.
La solución legal es que la quiebra del Estado se trate como cualquier quiebra comercial.
Algunos postulan mayorías del 66%, otros del 75% suficientes para arreglar el pago soberano y obligar así a todos los acreedores, lo que garantizaría cobrar sin problemas.
Se trata, sin duda, de una concepción mercantil de la soberanía del Estado, una especie de estado en liquidación.
Parece tratarse de una ética comercial, más que política.


Fondos financieros, ética y normas.

Los fondos abusivos, especuladores desenfrenados, buitres al fin, aparecen como una anomalía del sistema financiero que, por falta de normas para cobrar, genera hambre, miseria, enfermedades, inseguridad.  
Propongo ver cómo funcionan fondos sanos, no anómalos, auspiciados por bancos centrales de Estados Unidos, Japón, Gran Bretaña, la Unión Europea y China.

QE es la sigla de una herramienta de política monetaria denominada Quantitative Easing, algo así como relajación o flexibilidad o expansión cuantitativa. El primero en utilizarla fue Japón en 2001.
Solemos leer en los diarios que la Reserva Federal de los Estados Unidos baja las tasas de interés con el objeto de reactivar la economía. Simplificando, se desalienta el ahorro para que el dinero vaya al consumo y, de allí, a la producción.  
Pero las tasas tienen un límite, cero. Cuando ya las tasas de interés no se pueden bajar es cuando aparece esta herramienta QE. Consiste en comprar activos en poder de los bancos: bonos de la deuda pública u otros títulos de crédito, por ejemplo hipotecas. Al comprarlos los bancos centrales arrojan dinero que, en principio, va a parar a través de los bancos privados al mercado con el mismo efecto que la baja de las tasas.

Mario Draghi es actualmente el Presidente del Banco Central Europeo. Fue vicepresidente y socio de Goldman Sachs, uno de los cuatro bancos de inversión más importantes del mundo. Este grupo bajo su vicepresidencia "asesoró" al gobierno griego en el año 2002 para maquillar la deuda griega para que Grecia pudiera entrar en el euro. De ello tuvo que responder luego ante el Parlamento europeo.
Pues bien, este economista, en junio de este año, llevó la tasa de interés a menos de cero. Ello obliga a los bancos a retirar sus depósitos del Central. La tasa negativa funciona como multa por los depósitos. Se trata de que los bancos tengan efectivo para prestar y alentar el  consumo y la producción.
Promueve, con el mismo fin, la compra a los bancos de bonos de deuda soberana de Europa y activos privados de sus carteras, es decir, créditos de empresas en poder de los bancos. Estas compras también proveen de liquidez a los bancos que, en teoría, reactiva la economía.
Sin embargo, Europa no termina, o no empieza, a salir de la crisis. El consumo se recupera muy lentamente. El desempleo no baja.
Las inversiones no van a la producción.
Al retirarse del mercado las inversiones en bonos y activos privados "fuertes" los fondos de inversión van en busca de los mejores intereses que, naturalmente, son los activos que ofrecen más riesgos. Entre ellos los de los países de economías más débiles que emiten deuda a jugosos intereses o invierten en materias primas que funcionan como commodities en los mercados de futuros. Se trata de recursos naturales extractivos o productos de la expoliación del suelo.
Los altos intereses que pagan esas economías débiles conducen rápidamente a situaciones de incumplimiento, colocando su deuda en situación de bonos "basura" y, desde allí, comienzan a operar los famoso buitres. Como resultado al que conduce el comportamiento "normal" del capital financiero.

Fondos de inversión toman dinero de los bancos a bajas tasas de interés y lo colocan en plazas de altas tasas.
Esto no sólo ocurre, por ejemplo, con la compra de bonos de deuda pública (soberana, perdón) de África subsahariana, con intereses superiores al 6%, sino dentro de la misma Europa. 
En el negocio está metido el Bank of America Merrill Lynch. El Bank of America compró Merrill Lynch en 2008 cuando ésta iba a ser arrastrada por la crisis de las hipotecas subprime sin poner al tanto a sus ahorristas de la situación. Fueron juzgados varios directivos.
También el JPMorgan Chase que, también después de la crisis del 2008, se benefició con el mayor "salvataje" de la historia de la Reserva Federal para eliminar competidores.
Pues bien, esas dos angelitos son los que están liderando en Europa el negocio de bonos "chatarra". Están aprovechando simplemente que dado que los bancos mantienen bajas tasas de interés los inversionistas ponen la vista en activos más riesgosos que, naturalmente pagan más intereses. El Bank of America y JPMorgan se encargan de ponerlos en la plaza.
"Bancos griegos, constructoras españolas y aserraderos alemanes insolventes están aprovechando el mercado". Es decir esos bancos financieros colocan deudas de deudores insolventes que no consiguen créditos bancarios y pagan altas tasas.
No solamente eso sino que, además, a través de fusiones, absorciones y adquisiciones se generan firmas de compañías privadas que se endeudan a esas tasas de riesgo para, con sus presuntos activos, lograr más créditos, los que se llaman financiamientos "apalancados", para adquirir otras empresas. Lo que se denomina "arquitectura financiera".
Todo esto es absolutamente legal y ético.
"La demanda ha superado nuestras expectativas más altas", dice un directivo de JPMorgan.
La profesora Jenny Anderson escribió recientemente en The New York Times: "El temor es que cuando los inversionistas corran a las salidas, no habrá nadie para comprar. Los bancos, como resultados de los requisitos de capital más rigurosos, serán menos capaces de comprar. Con más inversionistas de alto rendimiento que nunca, hay menos creadores de mercado para suavizar una liquidación".
En criollo, si hay corrida, los bonos no valdrán nada.

Nada de lo descripto es ilegal. Pero es cierto que estas actividades, además de estar auspiciadas por herramientas financieras como las QE de los Bancos Centrales, no están reguladas porque los propios Estados, es decir los gobiernos, no lo quieren. El "fracaso" de los Acuerdos de Basilea después de cuarenta años, para establecer algún estándar mínimo de evaluación para la capitalización de los créditos como activos de los bancos, es la muestra de la complicidad de los Estados y los organismos internacionales con el capital financiero global.
De allí que estas medidas de inyección de dinero tengan resultados como los referidos.
Como ha sido dicho, "la norma es no normar". La a-legalidad. Esa es la mentada "laguna legal".
Pero de ello resulta que el valor de las monedas está dictado por los flujos del capital financiero. Así Soros forzó la devaluación de la libra esterlina en 1992 y en Malasia en 1997 especuló contra las monedas asiáticas.  
Soros apoya la Resolución de la Asamblea General. Soros es ahora socio estratégico de YPF, cuarto mayor accionista. Capital financiero sano, ético, legal y legítimo.

Estos son los acreedores que merecen cobrar. Dice el Ministro.


Edgardo Logiudice

Setiembre 2014

 

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