A mí se me hace cuento...
Jorge Luis Borges, Fundación mítica de Buenos Aires.
Buena parte de economistas e intelectuales, funcionarios o
partidarios del gobierno sostienen que el modelo económico en marcha es de
carácter nacional-industrial en un proceso de neo-desarrollismo.
Algunos sectores de izquierda opositores basan sus críticas
en los límites de este presunto proceso, dando por sentado que tal modelo está
vigente. Sus límites estarían en la propia concepción ya que no sobrepasaría
las frontera redistribucionista keynesiana.
La Presidenta de la Nación sostiene el slogan de desarrollo
con inclusión mostrando números de crecimiento del PBI, del mayor peso relativo
del sector industrial en las exportaciones y del descenso de la tasa de
desempleo.
El conjunto de la oposición partidaria clásica cuyas
fracciones son denominadas centro-izquierda, centro y derecha sólo emiten
críticas puntuales tanto al discurso como a la práctica de la política
económica del gobierno.
Algunos economistas e intelectuales de los mencionados al
comienzo son conscientes de las dificultades de un proceso neo-desarrollista en
una economía globalizada por un capitalismo transnacionalizado. Sin embargo
apuestan a la factibilidad del modelo de los países del sudeste asiático y
China. El secreto estaría en una fuerte intervención del Estado para sostén de
una burguesía nacional, capaz de apropiarse de los avances tecnológicos que
necesariamente deben exportar desde los países centrales hacia las periferias
en los procesos productivos transnacionalizados[1].
La cuestión de la deuda externa se percibe como un obstáculo
superable y superado con lo que se dio en llamar el des-endeudamiento, es decir
el pago anticipado de la deuda durante el gobierno de Néstor Kirchner.
La cuestión de la hegemonía o, quizá mejor, dominio del
capital financiero sobre el capital industrial, no aparece señalada.
Este me parece que es a grandes rasgos el panorama
discursivo respecto al mentado modelo económico.
Mi objetivo, en este texto, no es el de plantear la
viabilidad de otro modelo alternativo o de un modelo socialista, como plantean
algunos amigos de la izquierda, sino de presentar mis dudas sobre la realidad
de la existencia de ese modelo más allá del discurso, teórico en algunos caos y
propagandístico en los más.
Mi opinión es que se trata de un nuevo aspecto de una
revolución pasiva a nivel del capitalismo global con sus consecuentes fenómenos
transformistas. Y que, en definitiva, no se trata muchos más que de un cuento
de El Tío.
El Tío porque, como se sabe, era el nombre cariñoso que
daban los jóvenes peronistas de izquierda de los setenta a Héctor J. Cámpora,
el hombre designado por el General Perón desde Puerta de Hierro, para llegar a
la Presidencia de la Nación y preparar las condiciones de su retorno al país.
Desde sus inicios este gobierno asumió una mística
setentista que, entre otras cosas, cuenta con una agrupación de la que es
dirigente Máximo Kirchner, hijo de Néstor Y Cristina, llamada "La
Cámpora". El breve gobierno de El Tío contó con un ministro de economía,
que lo fue luego también con Perón, que fue un líder de los empresarios
nacionales, fundó la Confederación General Económica, y tenía una definida concepción
desarrollista.
Pero esto no es más que una anécdota, sólo para ilustrar un
aspecto concreto de la apelación a tradiciones pasadas en los fenómenos de
transformismo que suelen acompañar a las revoluciones pasivas. Revoluciones que
son capaces de absorber nuevas formas y demandas bajo la misma dominación
fundamental. Dos arbitrios son clásicos en estos procesos: la cooptación de
dirigentes e intelectuales y el transformismo, apelación a formas de
legitimación de la representación popular en base a presuntos orígenes étnicos
o sociales. Si el caso de Obama, que ha demostrado que representa bien los
intereses del capital financiero hegemónico con el rescate bancario, se
legitima electoralmente en la negritud, nuestro Carlos Menem fue un pionero
apelando al poncho y las patillas de los caudillos criollos para abrir las
puertas a la transnacionalización y el llamado neo-liberalismo.
Creo que no son ajenos a esto varios aspectos del proceso en
curso en América Latina.
Desde los ochenta el capitalismo absorbe una profunda
revolución científico-técnológica y las transformaciones en el modo de
producir, colocándolas desde entonces bajo la hegemonía del capital financiero,
cuya movilidad no tiene ya las trabas de localización del capital industrial.
Al mismo tiempo absorbe la revolución en la información y las comunicaciones,
generando nuevas formas de apropiación. Revolución pasiva que se manifiesta
políticamente. No sólo el discurso neo-liberal absorbe la defensa de las
libertades y la democracia en sus intervenciones bélicas, sino que sabe
replegarse de la escena propiamente política cuando se trata de negocios:
asimila a China y otros regímenes autocráticos. También aparece el
transformismo cuando aparecen sus lacras deslegitimándolo. Sabe absorber como
logos otros íconos: toda la socialdemocracia europea.
En este contexto arriba el kirchnerismo luego de una
deslegitimación radical de la misma democracia representativa electoral con la
consigna Que se vayan todos y la presión popular de la que resultaron
cinco presidentes en una semana. La misma presión que forzó al Presidente
Duhalde a convocar a las elecciones de las que surge Néstor Kirchner. Llega de
la mano de aquél, como Gran Elector, al inclinar su apoyo, en el ballotage,
contra Menem que había ganado por un pequeño porcentaje. Kirchner había logrado
apenas el veintidós por ciento de los votos. Pero Menem declinó presentarse a
la segunda vuelta.
Kirchner aparece así como la única alternativa al menemismo,
con poco caudal electoral pero sin predisposición en su contra, puesto que su
actuación no era demasiado conocida en el ámbito nacional.
Se trataba de un equipo político provincial, aunque de
formación urbana, con intereses económicos en una provincia con renta
petrolera. Habían demostrado sí una fuerte vocación de poder en la gobernación
provincial.
En esa situación adoptan con perspicacia un discurso
"transversal", como modo de reforzar su exigua base electoral,
cooptando dirigentes e intelectuales.
Dos de los Presidentes en tránsito de la célebre semana
habían hecho el trabajo sucio y necesario: la cesación de los pagos de la deuda
externa y la devaluación de la moneda.
Las fuerzas tradicionales, desprestigiadas y debilitadas. La
debilidad de los partidos políticos, la iglesia, las fuerzas armadas, la banca
y el poder judicial, le permiten a Kirchner realizar algunos gestos de
autoridad, que lo revisten de una aire progresista, sin riesgo[2]. La izquierda tradicional
ya había desaparecido. Las burocracias sindicales, muchas de las cuales habían
aceptado y convertido en negocios personales las privatizaciones de Menem,
tenían sus bases diezmadas por el desempleo y la precarización. Se conformaron
con negociar los aumentos de salarios propuestos por el gobierno y bregar por
aumentar el fondo de las obras sociales sindicales, que son también fuente de
negocios privados.
Al mismo tiempo esa situación indujo a los creadores de
imagen a generar o a exagerar distintos enemigos ad hoc[3].
La actividad
económica, salvo quizá el sector exportador de granos, estaba en punto muerto. Los
bajos salarios, una vez producida la devaluación, posibilitan una reactivación
suficiente como para que cualquier mejora signifique más que cero. Por lo demás
la suspensión del pago de la deuda pública permitió cierto desahogo fiscal.
La banca quedó a la espera, salvo un par de bancos que se
retiraron y algunas absorciones.
El agro con una coyuntura favorable se acomoda a la necesidad
exportadora. Este ya no era la vieja oligarquía ganadera, en particular la
agricultura había sufrido una fuerte
transformación técnico-productiva, con una impronta de desarrollo capitalista
industrial. El alza mundial del precio de los granos permitió también una
mejoría de la balanza comercial. La producción agrícola ya presentaba rasgos
financieros con el alquiler y no la propiedad de la tierra por medio de los
fideicomisos y los granos ya funcionaban como comodities en los mercados a
término globales.
La reapertura de algunas pymes, ahora con salarios
devaluados y todavía fuerte precariedad laboral, generó una idea de
re-industrialización.
En el conjunto de la población se generaron muchas
expectativas. La actividad de los movimientos piqueteros fue decreciendo y el
gobierno, respecto a ellos, transformó la necesidad en virtud: los dejó hacer
sin reprimir, soportó las molestias de algunos sectores, al mismo tiempo que
comenzó a tratar con las dirigencias proveyendo algunos recursos asistenciales.
El gobierno tomó el discurso de generar una nueva burguesía
nacional[4] con un tinte
neo-desarrollista de modelo nacional-industrial[5]. Dándole así un nombre
específico al (abstracto) "cambio de modelo" ya propugnado por Duhalde.
El posterior conflicto a propósito de las retenciones a la
exportación de granos, donde afloró lo más cerril de la actividad agropecuaria,
contribuyó a generar una épica industrialista[6]. El gobierno perdió la
batalla legislativa por imponerlas pero aparece así un real enemigo. Esto será
utilizado luego como un chantaje para oponer a cualquier crítica a una presunta
epopeya. Epopeya que aparece con un sólo sujeto: el o la líder. Situación que
es avalada por algunos sectores intelectuales[7].
Con ese discurso y con una oposición que no que puede oponer
porque, salvo matices, gira sobre los mismos ejes se asegura que no hay nada a
la izquierda del gobierno. Afirmación que manifiesta y reafirma un posibilismo
pragmático con el que se ocluye hasta la probabilidad, no de ensayar sino
siquiera de pensar alguna
alternativa. El último argumento presidencial ha sido el banal: "El mundo es
redondo y el que se va muy a la izquierda termina por la derecha".
Si observamos los resultados de la gestión kirchnerista es difícil
ubicarla fuera de su adaptación al juego del capitalismo financiero. Como quizá
lo sean también las políticas de Venezuela y de Brasil. La primera a través del
manejo financiero de los recursos de Pdvsa[8] y el segundo con el peso
de las exportaciones de soja y hierro, es decir los comodities y la caída de las exportaciones de sus manufacturas,
proceso que ha sido calificado como re-primarización de la economía.
Los comodities
son una de las bases más destacadas de la ingeniería financiera. La soja se
cotiza como futuro en la bolsa de futuros agrícolas de Dalian, en la comunista
China.
En el caso de Argentina la presencia relevante de la
actividad financiera más que de las manufacturas industriales se refleja,
además, en la creación del empleo[9].
Naturalmente, esto no significa ni que no haya
habido crecimiento de la economía ni del empleo. Desde esa óptica un personaje como Juan Llach[10] reconoce un crecimiento
de la industria manufacturera[11]. Claro es que el
crecimiento puede significar muchas cosas: el PBI puede crecer en base a la
industria bélica. El asunto es qué se produce, para qué y para quién se
produce.
Lo cierto es que hubo "crecimiento
económico". (Aunque quizá un dato relevante, respecto a la
"industrialización" sea la participación de las manufacturas
industriales en las exportaciones, pese a las últimas declaraciones de la Ministra
Débora Giorgi. Puesto que más de un tercio de lo computado pertenece a la
vehículos armados en el país -por
empresas de capital extranjero- y alrededor del 10% de piedras preciosas y metales[12].)
De lo contrario no se explicaría el entusiasmo y la
adhesión a este gobierno de la mayor
parte de la población, desde muy variados sectores. Al punto que, hace dos
años, un clásico núcleo social de historia combativa como los jubilados no
reaccionó ante el veto de la Presidenta al reconocimiento del derecho al 82%[13].
Por otro lado, no sólo se trata del capital transnacional en
nuestro país, sino la transnacionalización de algunos capitales nacionales (por
lo menos en materia agrícola y alimentaria). Pero, además, los mejores balances
de los últimos años fueron los del capital bancario, favorecidos directamente
tanto por la bancarización privada de fondos públicos como por los negocios con
los bonos de la deuda[14].
Este gobierno supo hacer una lectura financiera del ahorro
social al tiempo que con ellos mantuvo la rentabilidad de los grupos que habían
saqueado con las privatizaciones, sin siquiera exigirle inversiones, pero que
siguen distribuyendo dividendos. De este modo empresas deficitarias no sólo
cubren sus pérdidas sino que reparten ganancias con fondos sociales[15].
De modo que, más allá del discurso, no parece que su plan
fuera del "capitalismo serio" ni de la generación de una burguesía
nacional o local. Por lo demás, siempre propensa a asociarse al capital
extranjero y hasta a transnacionalizarse, cuando le es posible (por otro lado,
conducta racional -de cálculo racional- en esta época de globalización) .
La mejora en algunos aspectos del régimen asistencial no ha
sobrepasado el reparto de la pobreza, acudiendo a los ahorros de pensión. Que
sirvieron, además, para suplantar los capitales no invertidos por aquéllos que
ya habían agotado el negocio, dándole el título de nacionalización[16]. Pero, además de no
nacionalizar, habrá que pagar indemnización[17]. El demoníaco capital
español será reemplazado por el angelical de Chevron, que ya tiene juicios en
Argentina[18].
En esto ha quedado el presunto keynesianismo.
La epopeya incluye también el "des-endeudamiento".
Vale decir, el pago anticipado e indiscriminado a valor de plaza de la deuda
previamente estatizada, presentado como un inteligente acto de soberanía, con
el beneplácito del entonces Director del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo
Rato, que había inducido a ello ya a otros catorce países.
Lo que se ha suplido de deuda con fondos públicos (entre
otros, el impuesto al trabajo) sólo significa que esa inversión de fondos no
tiene más garantía que la miseria de los jubilados.
En este esquema, y con la justificación de la falta de
capitales, al mismo tiempo que se permitió el giro de remesas al exterior[19] se mantienen desgravadas
las operaciones bursátiles y financieras.
No parece casual,
entonces, la profusa presencia de funcionarios del neo-liberalismo menemista y
cavallista en el gobierno, con la cubierta de que son funcionarios técnicos.
Por lo demás, la Presidenta ha sido clara el día de la
industria: precisamos los dólares para pagar la deuda. Queda todavía para el
discurso el tema de los "fondos buitres"[20], como si aquéllos a los
que se pagó (y se paga) fueran fondos palomas.
La ubicación dentro de la estrategia del capital financiero
se completa con el privilegio del crédito para el consumo (el endeudamiento) de
bienes muebles (resultado de la maquila) frente a los créditos para las pymes
que siguen pagando altas tasas por los adelantos de cheques diferidos[21].
A todo esto quizá debería agregarse el último convenio
firmado con Monsanto, con lo que la actual fuente de recursos del país (el
yuyo) queda a sus expensas de la transnacional[22].
Más allá del discurso no parece tratarse tanto de límites del neo-desarrollismo, como
plantean algunos amigos, como de una adecuación
a las nuevos modos de apropiación del trabajo ajeno, cuya legitimación no es ya
"neo-liberal", aunque su ideología mantenga su pregnancia en grandes
sectores de la población. Particularmente en los sectores medios urbanos, algunas de cuyas reacciones parecen
asentarse, sobre todo, en cierto temor al debilitamiento del consumo como
efecto de la inflación.
No es cuestión de ponerse a hacer análisis del discurso pero la
expresión de la Presidenta de la Nación de que “algunos quieren hacernos
retornar al régimen ultraconservador que
arruinó a la Argentina”[23],
bien parece la confesión de cuál es la ubicación de este gobierno.
No es ultraconservador, es apenas conservador.
Como en el cuento del tío quizá lo más dañoso sea la posterior
desilusión.
Como decía la poesía criolla de Atahualpa Yupanqui:
Hay diferentes montones,
unos grandes y otros chicos.
Si va p’al montón del rico
el pobre que piense poco,
detrás de los equivocos
se vienen los perjudicos.
Edgardo Logiudice.
Noviembre 2012
[1]
Hacia allí apuntan los argumentos del actual Vicepresidente del Banco de la
Nación, Dr. Enrique Arceo, de destacada militancia revolucionaria en los años
setenta.
[2]
El Presidente Kirchner ordenó al Jefe del Ejército descolgar los cuadros de los
dictadores Videla y Bignone de un salón del Colegio Militar de la Nación en su
carácter de Comandante en Jefe de las fuerzas armadas, como gesto de autoridad.
Kirchner impulsó el cambio de los miembros de la Corte Suprema de Justicia que
estaba absolutamente desprestigiada por su obsecuencia a Carlos Menem, para ello utilizó la cadena nacional
de radio y televisión como aparente manera de apelar al pueblo. Estas medidas
de fuerte carga simbólica contribuyeron a la legítima aceptación de vastos
sectores político-intelectuales de izquierda.
[3]
Frente a ellos fogosos discursos han creado el halo de una gesta nacional y
popular: en uno de sus discurso la Presidenta dijo que le parecía mentira que
hayamos dejado de ser colonia.
[4]
"Frente a los banqueros nacionales, el presidente Néstor
Kirchner dijo: «Es imposible un proyecto de país si no consolidamos una burguesía
nacional»". María Seoane, Clarín,
12/10/2003.
[5]
Schorr, Martin. Modelos
nacional-industrial. Límites y posibilidades. Bs.As. 2005, Capital Intelectual.
[6]
Durante la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner el gobierno
impulsó un aumento a las tasas de exportación de granos a la que se opuso el
sector agropecuario generando un conflicto sembrado de lock-outs amenazando con
la distribución de alimentos a la población.
[7]
Ernesto Laclau ha escrito La razón
populista. Profesor en Essex visita asiduamente el país sosteniendo la
tesis de que en América Latina los liderazgos fuertes garantizan la democracia
y por ello deben ser reelectos indefinidamente.« Laclau planteó que resulta "una falacia
hablar de reelección y autoritarismo. Estoy totalmente de acuerdo con la
reelección indefinida. Escucho que la oligarquía dice (por Chávez) «se perpetúa
en el poder». Y yo digo, si no lo votan, no hay perpetuación"». diario La Capital, 31/05/09. Presentándose como
gramsciano post-marxista, junto con su esposa Chantal Mouffe, se manifiestan
partidarios de una "democracia radical".
[8]
Petróleo de Venezuela Sociedad Anónima, empresa estatal venezolana de
producción, distribución y comercialización de petróleo, principal fuente de
divisas de ese país.
[9] "Entre
1993 y 2010 el valor agregado generado por el sector Comercio y Servicios dentro
de la economía argentina se incrementó un 82%, lo que implica una tasa de
crecimiento promedio anual de 3,6 por ciento.
Desde 2002 el sector crece al 6,9% promedio anual. En los últimos años
el sector Comercio y Servicios
incrementó su participación en el PIB argentino,
alcanzando en 2010 el 67,3 por ciento.
Es decir, Comercio y Servicios genera más de dos tercios del PIB del país".
Informa de la Cámara Argentina de Comercio, Abril de 2011.
"Este
crecimiento interanual del empleo estuvo impulsado especialmente por los
servicios
financieros y a
las empresas (7,7%), los servicios comunales, sociales y personales (4,7%),
transporte,
almacenaje y comunicaciones (4,2%) y la industria manufacturera (3,5%)
actividad
que viene
sosteniendo un incremento del empleo interanual a lo largo del todo el año
2010". Encuesta de Indicadores Laborales - Primer Trimestre 2011.
Ministerio de Trabajo, empleo y seguridad social.
Subsecretaría de Programación Técnica y Estudios
Laborales, Dirección General de Estudios y Estadísticas Laborales.
[10]
Fue viceministro de Economía en tiempos de Menem y mano
derecha de Cavallo, dirigente de la Fundación Mediterránea, teórico de la
convertibilidad, ministro de Educación de Fernando de la Rúa y asesor de la
Conferencia Episcopal.
[11] "Apoyada en un marco externo
favorable, la devaluación, la gran capacidad ociosa y la gradual recuperación
del consumo interno, la industria manufacturera alcanzó logros importantes en
lo que va del siglo. La producción aumentó cerca de 8% anual, el doble de la
década anterior, pero aportó sólo un 15% del crecimiento total del PIB. Las
exportaciones de manufacturas de origen industrial en divisas también tuvieron
buen desempeño al crecer 13.3% anual, algo más que el total exportado y algo
menos que las manufacturas agroindustriales. Sumadas estas y aquellas
exportaciones, resulta que la industria argentina aporta ya cerca del 70% del
total. El aumento en volumen físico, sin embargo, no logró superar al de la
década del 90 (9,6% anual)". La Nación, 24/2/2012. (Productos
agroindustriales son: " residuos y
desperdicios de la industria alimenticia, grasas y aceites, cereales, semillas
y frutos oleaginosos, carnes, pieles y cueros, frutas frescas, productos
lácteos y huevos y hortalizas, legumbres y frutas preparadas. Quienes, en
conjunto, pasaron de representar un 78.8 % a un 80.3 % de las exportaciones
agroindustriales" Copello, Juan. Evolución
de las exportaciones agroindustriales. Apuntes agroeconómicos, Año 4, n° 5,
Facultad de Agronomía, UBA.)
[12] La exportación de esos vehículos importa un envío de
remesas de divisas de las empresas al exterior. Exportaciones de manufacturas de origen industrial:
evolución reciente y perspectivas . Saber cómo, n° 96, enero 2011,
INTI, Ministerio de Industria, Secretaría de Industria y Comercio.
Por lo demás el armado y el montaje es un mero pasaje del proceso de
producción que, en su conjunto, se decide fuera del país, desde la tecnología
hasta la realización el precio total y la ganancia. Estos resultados se logran
a veces sin establecer filiales, por medio de licencias, representaciones y
franquicias. Robinson, William I. Una
teoría sobre el capitalismo global. Producción, clases y Estado en un mundo
transnacional. Bogotá, 2007. Desde abajo. Por lo demás lo reconoce la
Ministra Giorgi al presentar como un logro la exportación de mediana
tecnología.
[13]
La percepción de pensiones y jubilaciones en un índice del 82% móvil de los
sueldos de los convenios de trabajo es una antigua reivindicación objeto de muy
importantes luchas frente a todos los gobiernos. El Congreso Nacional votó esa
ley acorde con la Constitución Nacional y fue vetada por la Presidenta de la
Nación. Su argumento fue que, de pagarse ese índice, se agotarían los fondos.
Sin embargo ellos fueron destinados a subvencionar empresas privadas. En un
momento hasta a la misma General Motors.
[14] "Los balances que cerraron el 30 de junio. Un contexto de alta
inflación, en el que se pagan tasas de interés negativas y se cobran intereses
positivos que castigan a los que toman préstamos convirtió, otra vez, a los
bancos en el sector de la economía que se queda con el grueso de las ganancias
cada vez más exiguas que consiguen las empresas argentinas". http://www.eleconomista.com.ar/?p=4188
28/12/2012
"Bancos cosechan ganancias récord por boom del consumo y bonos del Banco Central.
Jueves,
17 de febrero de 2011. En la city hacen la siguiente
lectura: aquellos bancos con mayor crecimiento en sus ganancias fueron los que mayor
participación de los títulos de deuda tenían en su
portafolio de inversiones". http://www.zonabancos.com/ar/analisis/noticias/15392
[15]
"El entramado de los subsidios en el país es complejo. El esquema
aplicado hasta el momento apunta a financiar directamente a las
empresas y no a los usuarios. En el caso de la electricidad, las subvenciones
son canalizadas a través de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista
Eléctrico (Cammesa) y llegan directo a las generadoras. Según datos de
Economía, en 2010 Cammesa habría recibido y transferido 13.487 millones de
pesos y para este año se calculan 20.000 millones". Página 12, 3/11/2011.
[16]
"«La eficaz gestión de la compañía ha permitido consolidar
paulatinamente la fortaleza de los negocios de Repsol, particularmente tras la
expropiación ilegal de YPF en abril de este año», señala la empresa".
El País, Madrid 8/11/2012.
[17]"
La petrolera española conserva un 12% de las acciones de YPF y reclama
al Gobierno argentino 7.665 millones de euros por la expropiación de su filial".
El País, Madrid 4/10/2012.
[18]
"La demanda en Ecuador contra Chevron por presuntos daños
medioambientales se extendió hoy a Argentina, donde un juez dictó un
embargo preventivo por hasta 19.000 millones de dólares sobre los bienes de la
petrolera estadounidense. La meta de los demandantes, un grupo de indígenas y colonos de
la Amazonía, es cobrar fuera de Ecuador los 19.000 millones de dólares,
incluidos honorarios legales, que dos tribunales de ese país han ordenado pagar
a Chevron por daños al medio ambiente, dado que en el país andino la
multinacional apenas tiene activos". Buenos Aires, 7 nov 2012 (EFE).
[19] En los últimos años
alrededor de 80.000 millones de dólares.
[20]
Acreedores que no aceptaron el pago anticipado.
[21]
La reciente medida para los 20 bancos calificación A de prestar al 15% para la producción demuestra, al
menos, lo que sucedió hasta ahora: altas tasas para las pymes productoras y
subsidios para los grandes grupos concesionarios de servicios.
[22]
En ocasión del conflicto con el agro (nota 5) la Presidenta se refirió
despreciativamente a la soja como yuyo. Durante varios años el gobierno se
resistió, presionado por grupos ambientalistas, a avalar el ingreso de un tipo
de semilla transgénica y el pago de su patente. Finalmente aceptó las gravosas
condiciones impuestas por la transnacional que impide el tradicional derecho de
los productores a utilizar parte de la cosecha para una nueva siembra sin
volver a pagar las patentes.
[23]
Página 12, 13/11/2012.
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