viernes, 26 de abril de 2013

Estado de los Estados y discursos legitimadores.


Ni el mundo ni los estados son los de Marx, Lenin, Gramsci, Weber, Althusser, Poulantzas, Foucault o Bourdieu, pero sin ellos sería más difícil pensar y  criticar su estado actual.


Revolución pasiva.

Sin pretender atender a las causas y procesos, creo que se puede arriesgar la opinión de que a parir de los años setenta/ochenta afloró una revolución productiva sin, quizá, parangón en la historia humana. Para algunos estudiosos ella ha sido resultado de una revolución en el modo de producción cultural, en particular de las ciencias y las tecnologías.
Creo que también podría decirse que los procesos han sido desparejos en las distintas áreas de actividad o distintos subsistemas del bloque histórico.
Lo que me parece cierto y aceptado es que el subsistema de el modo de producción material o producción propiamente dicha, la de los bienes, la primacía de la energía física ha cedido frente al contenido cognitivo. Si esto es así, existe al menos la probabilidad lógica no sólo de que amenguaran los esfuerzos físicos del trabajo, cosa que ha sucedido en muchas áreas, sino de que éste se repartiera entre muchos individuos y, por lo tanto, se redujeran las jornadas laborales, cosa que algunos esperaban. Ello hubieran significado, aun sin cambiar el régimen de apropiación del trabajo ajeno, una menor explotación absoluta y, por tanto, una menor dominación de la vida humana.
Sin embargo, en lo fundamental, no parece haber sido ése el camino.
Las innovaciones científico-técnicas que cambiaron el carácter de los bienes fundamentales, es decir donde la materialidad física cedió valor a la materialidad cognitiva, fueron apropiadas por el capital excedente, resultado también de los mismos cambios productivos que aumentaron las ganancias o forma dinero de la plusvalía.
Estos excedentes que cristalizan trabajo pasado representan el trabajo futuro que con él se puede adquirir. Ésto quedó en manos del capital financiero que pasó así a hegemonizar todo el proceso conjunto de la producción y, en particular, el consumo.
Fue precisamente en los años ochenta con la eclosión de la robótica en la producción que aparecen los primeros grandes grupos de inversión, la emergencia de la tarjeta de crédito para el consumo y el impacto de la publicidad para el mismo objeto. El préstamo para el consumo pasó a ser una forma prevaleciente de apropiación del trabajo ajeno futuro, pues con él se paga mañana lo que se consume hoy.
Pero este paradigma no ha sido privativo del consumo privado. El capital excedente, financiero, también buscó el destino clásico de la deuda pública, tanto como los avales estatales para faraónicos emprendimientos privados.
De todo esto resultaron las inéditas deudas públicas en tiempos de paz.
El proceso de privatizaciones y acopio de los  fondos de ahorros públicos y privados y endeudamiento fue legitimado con el discurso llamado neo-liberal.
Discurso que discutió y disputó el papel del Estado, no sólo en la economía con las desregulaciones, sino en todas las esferas de actividad humana.
Los estadistas, sea por buena disposición ideológica o por corrupción, poco discutieron y disputaron.
De ello resultó lo que algunos llamaron retiro del Estado o al menos la debilidad del Estado-nación, que es también la agonía del Estado de Derecho, hasta alcanzar el estado de excepción, es decir, la regla de que no existen ya leyes generales.
Las consecuencias que algunos Estados pagaron antes y otros pagan después están todavía a la vista, bancarrota de los Estados.


Estado de los Estados.

De  este estado se pueden señalar algunos síntomas. Ellos hacen evidente que los Estados de los que halamos hoy poco tiene que ver con el que hablaba, por ejemplo, Carlos Marx.

             Territorios antes independientes, apenas aliados, con intereses distintos, distintas leyes, gobiernos autónomos y líneas aduaneras propias, se asocian y refunden en una nación única, bajo un Gobierno, una ley, un interés nacional de clase y una sola línea aduanera. Manifiesto Comunista, 1848

Veamos.
Ni los Estados ni la producción puede funcionar ya sin deudas. Parece la otra cara del exceso de capitales.

De la soberanía de los Estados, frente a los acreedores, parece que no queda mucho más que la deuda soberana. De la independencia individual, llamada también libertad, no mucho más que la servidumbre por deudas, de por vida. El trabajo como servidumbre vitalicia.

Dos parecen ser las funciones más importantes del Estado. La una, cobrar aquéllo que indujo a pedir prestado y, la otra, controlar y disciplinar a los excluidos de los beneficios de las deudas.

El Estado Fiscal es el que recauda y paga las deudas suyas y de los demás.
El Estado Penal es que controla y reprime a los excluidos.
El Estado Asistencial es el que los disciplina.

El Estado Escolar ya no disciplina ni a excluidos ni a incluidos. Tampoco lo hace el derecho. A los incluidos los disciplinan los medios de la publicidad. Los aparatos ideológicos ya no son del Estado.

No sólo el capital bancario y financiero, como decía Marx, compró a los Estados, sino que la existencia misma de los Estados depende de que no haya huelga de capitales de modo que no se puedan renovar los préstamos y los Estados entren en bancarrota.
Pero los bancos no quiebran, los contribuyentes contribuyen. A socorrer a los banqueros.

Grandes empresas transnacionales admiten haber corrompido a funcionarios de países llamados emergentes. A cambio pagan por ello multas en los países de su domicilio legal.
Con el dinero mal habido en esos negocios que pusieron los contribuyentes de los países damnificados.

La propia ciudadanía estatal, la nacionalidad, se adquiere invirtiendo y se ofrece como una marca, un logo. España es paradigmática, pero no única: la compra de un inmueble significa la obtención de la residencia y posteriori ciudadanía, el Rey ha salido a vender la marca España. Es lo que queda de la Nación del Estado-nación.

En 2012 las reservas del Banco Central de la República Oriental del Uruguay alcanzaron los 11.000 millones de dólares.
SAC Capital Advisors, uno de los hedges fund gigantes, posee 15.000 millones de dólares, su administrador, Steven A. Cohen, que los controla percibió ingresos por 1.400 millones de dólares durante el 1012.
Los fondos de cobertura realizan operaciones a futuro sobre divisas extranjeras, es decir juegan a la suba o a la baja de las monedas nacionales.
Le bastaron 10.000 millones de dólares a Soros con el Quantum Fund para hacer devaluar la Libra esterlina un 15% en un sólo día, el 16 de setiembre de 1992.
Hay Estados sin soberanía monetaria y monedas sin Estado: los bitcoins, dinero virtual.

Ejércitos mercenarios se autonomizan del Estado generando sus propios objetivos geopolíticos. En el todavía, Estado-Potencia más importante del planeta.
La CIA se ha puesto voluntariamente fuera de la ley. Dado que las cárceles secretas de E.U. fuera de sus fronteras eran caras y escandalosas, en vez de encerrar y torturar se decidió por asesinar a control remoto con los drones, por su cuenta. 
Fronteras adentro mantiene más de dos millones y medio de presos, la cuarta parte de los presos del mundo con la vigésima parte de la población mundial. A ésto se reduce el monopolio legítimo de la fuerza. Pero  el "derecho penal del enemigo" ahora opera también al interior y para los propios ciudadanos de Estados Unidos, así sucedió en Boston. El presupuesto carcelario es caro.

El bienestar general y la utilidad pública no son ahora el discurso que antecede al crecimiento, quedan sujetos al PBI. Para el logro de aquéllos era necesaria la representación popular, para aumentar el producto son necesarios técnicos en administración y desarrollo: gestión.

El asistencialismo con obligación de trabajar (trabajo forzado) y la penalización de los desfavorecidos, antes que la esencia del Estado contemporáneo que lo ejecuta parece ser la propia naturaleza general del capitalismo. El pobre que no trabaja no come, el propietario de los alimentos no le da de comer si no se esclaviza y, si es pobre y no trabaja es delincuente y los demás lo mantienen vivo, hasta ahora. Salvo que decidan matarlo sin juicio previo.

Para ser propietario ya no es necesario que la Ley del Estado lo clasifique como tal. Convenios privados entre los grandes grupos de inversión negocian quien es propietario a no según reconozcan o no el control sobre los resultados de un negocio. No sólo no hay monopolio legítimo de la fuerza sino tampoco monopolio de la violencia simbólica legítima.


La independencia y soberanía no parecen, entonces, otra cosa que el discurso legitimador de esas políticas prácticas. Las políticas prácticas no parecen más que comisiones, diligencias por cuenta y orden de los grupos inversores, sin más nacionalidad que la de la de su domicilio legal. Un Estado, Inglaterra, funciona como domicilio legal de la mayor red de lavado de dinero del mundo. Para el desplazamiento del dinero no hay aduanas ni fronteras.


Discursos legitimadores.

Hablamos de post-neoliberalismo. El intervencionismo estatal actual es, en la práctica, el llamado des-endeudamiento, por un lado, y desarrollo con inclusión, por otro.
El primero es el pago de la deuda a través del ahorro público y la expoliación fiscal. El segundo es la producción extractiva de recursos naturales, la competitividad de los salarios y el asistencialismo.

El intervencionismo estatal es el discurso legitimador neoliberal a la hora de pagar las deudas. El desendeudamiento, pagar la deuda por los préstamos. Salvar a los bancos de la bancarrota, nacionalizar los pasivos de las empresas. ¿Quiénes mejor que aquéllos que conocen ese discurso nacional-estatista?
Si el socialismo realmente existente, capitalismo de Estado y el proto-socialismo de los movimientos anti-coloniales y anti-imperialistas se apoyaron en el Estado ¿Quiénes mejor que aquéllos que conocen ese discurso estatal-socialista?

Después de la debacle de la democracia representativa electoral, además débil de cuadros y personal de los aparatos, era necesario un partido del orden que no se presentara como tal después del descrédito de las dictaduras. Disciplinar sin violencia los movimientos sociales legitimar el pago de las deudas que habían llevado al desastre económico, poniendo en juego la gobernabilidad, la credibilidad bancaria y la legitimidad de la deuda.  
Así se armó el capital simbólico legitimador del desendeudamiento. Cooptando y comprando a muchos de quienes poseían ese capital que se asentaba fundamentalmente en los dirigentes de los movimientos sociales y de los derechos humanos.
Todo sobre la base de la producción de commodities para el capital financiero.

Frente al descrédito de las políticas llamadas anti-industrialistas, el discurso fue el desarrollismo industrialista. ¿Qué mejor que los desarrollistas?

Desacreditada la democracia representativa electoral quedaron desacreditados los representantes pero no el mecanismo electoral, con lo cual la elección es la elección de alguien que posee el capital simbólico de buen conductor, del que promete un buen gobierno, una buena gestión. El que genera confianza, carisma.
¿Qué mejor para ello que quienes han acudido siempre al discurso de la conducción, la encarnación y no la representación del pueblo?


Disciplinamiento franciscano.

Disciplinar a los excluidos no es sólo tarea del Estado Asistencial, también de las Iglesias.
Pero algunos estadistas pueden ser religiosos, los carismáticos sin hábitos.

Francisco de Asís, cuando era llamado il poverello y aun no era santo, hablaba con las aves.
Es lo que se conoce como Sermón a los pájaros. Hay un célebre cuadro de el Giotto.

Y llegaron a un lugar situado entre Cannara y Bevagna.
En este lugar observó Francisco algunos árboles a la orilla del camino, cubiertos de innumerable muchedumbre de variados y nunca vistos pajarillos, que no cabiendo en las ramas, se esparcían también por el campo y cubrían el suelo debajo de los árboles. Con tal espectáculo Francisco se sintió de nuevo levantado en espíritu y dijo a sus dos compañeros:
-- Esperad un momento, que voy a predicar a los hermanos pájaros.
Y así diciendo, se entró por el campo en dirección al terreno ocupado por las aves, las cuales, cuando le vieron venir, le salieron también al encuentro, tanto las que estaban en el suelo como las que poblaban las ramas de los árboles; luego se quedaron todas quietas y tan vecinas a él, que muchas le tocaban el hábito.
Y Francisco habló así a los pájaros:
-- ¡Carísimos hermanos pájaros! Mucho debéis vosotros a Dios, y es menester que siempre y en todas partes les alabéis y bendigáis...

Parece ser la nuestra época de espíritus franciscanos. No sólo del actual Papa.

Existe también un capital religioso que puede legitimar discursos políticos.
Es cuestión de hablar con los pajaritos.



Edgardo Logiudice
abril 2013

Boston


La hemos oído o leído en cualquier policial norteamericana. Se conoce como los "derechos Miranda" o la enmienda Miranda. Ernesto Miranda fue un joven que, en 1966, confesó una violación en los interrogatorios policiales. El fiscal no ofreció pruebas, de modo que lo condenaron por esa confesión.
La Corte Suprema de los Estados Unidos anuló la sentencia dictaminando que son inadmisibles las declaraciones de alguien que no fue informado de sus derechos.
Estos derechos, que son los que aparecen en la formulita clásica,  provienen de la Quinta y Sexta Enmienda. Derechos a no auto-incriminarse, a un abogado  y a un juicio antes de ser condenado.
Los antecedentes de estos derechos se hallan en la Carta Magna que la nobleza inglesa arrancó a Juan sin Tierra en 1215. Hablamos del Siglo XIII.

Existe alguna probabilidad (o muchas) de que los jóvenes checheno-americanos hayan colocado los explosivos en la maratón. Y, de ser así, es seguro que merecen cadena perpetua. Al menos para quienes estamos contra la pena capital.
Pero lo que también es seguro es que a ninguno de los dos, antes de tirarles, les leyeron sus derechos Miranda. La sospecha de terrorismo es suficiente para la pena de muerte sin juicio previo.

Con el gobierno de Busch se estableció la Ley Patriota, Patriot Act.
Es lo que se llama "derecho penal del enemigo" o, lo que es lo mismo, para el enemigo no hay ningún derecho.
En su nombre se justifican las detenciones sin juicio, torturas y muertes de las cárceles secretas (y no tan secretas, como Guantánamo) de los Estados Unidos por el mundo.
Sujetas al desprestigio, pero además caras, están siendo suplidas por los drones. Pena de muerte con misiles a control remoto. Asesinato más eficaz y rápido que la cámara de gas o la silla eléctrica.

Pero un sospechoso de terrorismo (enemigo) en el caso de Boston logró la ciudadanía estadounidense. Tenemos ahora el derecho penal del enemigo interno. Con el gobierno del Premio Nobel de la Paz, Obama.

Nos estamos quedando atrasados. Loïc Wacquant, cuando denuncia a los Estados Unidos de Norteamérica como Estado Penal, con la cuarta parte de la población penal del mundo. Giorgio Agamben con el Estado de Excepción como un estado conde la única regla es que no existe ya Ley. Todos sujetos al bando, por caso, de la CIA, el FBI o los Swat.


Es para pensar el papel actual de los Estados y las Leyes. en el Siglo XXI, Ocho siglos después de la Carta Magna.
Y los recursos de amparo.
Y la Ley Antiterrorista, que un individuo como Edgardo Mocca justifica en nombre de la "Razón de Estado".
Claro es que esto tampoco ocupa mucho a los jesuitas. Ni a los a los franciscanos, uno de los cuales, el santo Bernardo, arengó a los caballeros de la Tercera Cruzada al grito de Muerte a los Infieles. Con el hábito del pobrecito de Asís.

Mal matrimonio parece el de la Patria y la Religión.


Edgardo Logiudice
abril 2013.


¿Qué va a pasar cuando los chinos hagan soja transgénica?


La autoridades chinas no autorizan todavía la importación de soja transgénica.

Luego de varios años de negativas en 2012, después de una reunión de la Presidenta de la Nación con los voceros de Monsanto, el poder Ejecutivo autorizó la comercialización de la nueva soja RR2+Bt., aparentemente más resistente al glifosato.

El glifosato es un herbicida que mata las malezas pero no la soja.
El problema es que las malezas se hacen cada vez más resistentes, por lo tanto hay que invertir cada vez más en herbicidas. En Estados Unidos, según expertos estadounidenses, hace dos años se invertía del 25 al 30 por ciento, el año pasado se invirtió el 55 %[1].

Por el nuevo yuyo de Monsanto los productores pagarán regalías toda vez que lo usen. "Si alguien guarda semilla para el año siguiente, tiene que volver a comprar el canon de Intacta por las toneladas que corresponda"[2].

Ante la demora de China en autorizar la importación de la nueva soja Monsanto "decidió apoyar al equipo chino con management argentino. De allí que el presidente de la filial local, Pablo Vaquero, pase gran parte del mes en el gigante asiático"[3].

El 8 de abril se presentó en el país el ICBC, Banco Industrial y Comercial de China.
Fue fundado por el gobierno chino en 1984. El 17 de abril Forbes publicó su ranking anual de 2.000 corporaciones más grandes del mundo. ICBC encabeza la lista Global 2000 de este año. 

En nuestro país se hizo cargo de la filial del Standard Bank, originariamente inglés, con actual sede en Sudáfrica que había comprado el Bank Boston.
El ICBC en Argentina adquirió el 80% del Standard, en todos los demás países la relación es inversa. En los demás países occidentales opera como banco corporativo, aquí lo hará como banco que atiende a empresas.

Se asegura que esa es la razón de su campaña de marketing con figuras de la talla de Julio Bocca, Juan José Campanella, Luciana Aymar y la Brujita Verón.
Se complementa con el regalo de un plazo fijo de mil pesos a cada niño nacido el día de su presentación. Se calcula que nacen alrededor de 2.500 por día. Cálculo fácil: dos millones y medio de pesos, es decir 312.500 dólares blue, si se presentan todos los padres. A u$s 520 la tonelada son 601 toneladas. China importa 63 millones de toneladas de soja. 
El director de Comunicaciones del banco dijo: "Estamos volviendo a las bases, porque la razón de ser de un banco es apuntalar el futuro"[4].

 De Le Monde para Clarín: "Los veinte mayores traders de materias primas del mundo embolsaron u$s 250.000 millones en una década"[5]. Entre los grandes figuran Cargill  Dreyfus, grandes comercializadores de granos. La soja se comercializa como commoditie en la plaza de Dalian, China comunista.

El capital financiero chino nos ayuda a apuntalar el futuro de dos mil quinientos niños nuestros a mil  pesos por pañal.
Nosotros ayudamos a apuntalar los futuros del mercado financiero chino con la soja que cría malezas.

Sinochem es la equivalente a Monsanto en China, ya está en Argentina[6]. Monsanto intentó una alianza y fracasó. Sinochem desarrolla sus propias semillas. "De acuerdo a un informe de la firma de inversiones Zacks Equity Research, Sinochem tiene la responsabilidad de asegurar la seguridad alimentaria en China, por lo que se están expandiendo internacionalmente para asegurar líneas de suplido y tecnología para alimentar a la población de 1,340 millones de habitantes en el país asiático"[7].

Quizá para cuando los chinos hagan soja transgénica garantizando su seguridad alimentaria nosotros y nuestros niños aprendamos a comer yuyos.
Después de todo la bañacauda se hace con cardo.


Edgardo Logiudice
abril 2013


[1] Clarín Rural, 20/04/13.
[2] Clarín Rural, 23/02/13.
[3] Ieco, 21/04/13.
[4] Ieco, 21/04/13.
[5] Ieco, 21/04/13.
[6] http://infocampo.com.ar/nota/campo/26522/sinochem-group-un-gigante-chino-que-desembarca-en-las-pampas-argentinas

sábado, 6 de abril de 2013

Mocca, Francisco y Maquiavelo.


El Viejo es nuestro.

Cuando muchos intelectuales oficialistas se confunden y nos confunden con el valor y el significado de la elección de un jesuita porteño como pontífice máximo de la iglesia romana, alguna pluma esclarecida y más informada nos tenía que ofrecer algunas "pistas ideológicas para pensar a Francisco". Así lo hizo Edgardo Mocca el 24 de marzo en Página 12.

En efecto, mientras el sociólogo Horacio González, indignado, sorpresivamente vehemente, consideró que la elección de Bergoglio y su celebración como argentino y peronista significaban un retroceso político, su amigo, el filósofo José Pablo Feinnman, entusiasmado, entendió que había que seguir la "bajada de línea" de la Presidenta y "apropiarse del Papa".
Como trasfondo parece haber una cuestión ontológica o teológica, según se la mire, que aporta más confusión. Ya otro filósofo, Ricardo Forster, había anticipado algo parecido a los dos cuerpos del rey: Bergoglio no era Francisco. El carnal superior de la orden de Loyola es el mismo y a la vez distinto portador de la espiritual dignidad papal. Feinnman, más radical, sostiene que la Presidenta abrogó al primero desde que eligió llamarse Francisco. Según el filósofo la Presidenta "Está actuando como funcionaria, no como militante, pero como una funcionaria militante que se da cuenta de que este tipo puede ser otro tipo. [...] Está diciendo «No jodan más con Bergoglio. Ahora es Francisco»". No habría, entonces, ningún retroceso, puesto aquél de quién tiene memoria el periodista Horacio Verbitsky ya no existe. Bergoglio sería un desaparecido, de la memoria[1].
La cuestión se enreda más ya que otro periodista, ni filósofo ni sociólogo sino abogado, Mario Wainfeld, sugiere que no son muchas las coincidencias entre los objetivos de la Presidenta y los del Papa y que, aunque las hubiera, los tiempos de los pontífices no son los mismos que los de los gobernantes. Los de los primeros son estratégicos porque son de larga duración y los de los segundos, sean presidentes o presidentas, son breves. De esta manera, contra la posición de Feinnman, la presunta intención de apropiarse del jerarca religioso no sería más que una táctica con pocas perspectivas. 
Para amentar el enredo, el mismo día Wainfeld, al tiempo que afirma la coherencia de González, apuntala la posición de éste que, trayendo a cuento la pertenencia de Bergoglio a Guardia de Hierro, estaría negando la existencia de dos personas.
El cuadro pierde aun más claridad cuando el poeta Juan Gelman lamenta la soledad del memorioso Verbitsky, que recuerda los lados oscuros de Bergoglio, y lo contrapone a la Presidenta que "se los limpia".

En verdad, en  estos entresijos temblorosos, como consecuencia de la decisión de algo más de cien religiosos castos por elección, me parece que se muestra la fuerza que aún conserva esta secta judía milenaria con sede en Roma.
Al discurso de Feinnman, propiciando la apropiación del Papa, poco le falta para querer instalar un Palacio de Avignon en la basílica de Luján. La rara indignación de González le hace olvidar que hace poco compartía con José Pablo su sensación de vivir "tiempos de rara felicidad", exculpando a los responsables del estrago del Sarmiento. Verbitsky dándole letra al discurso de los derechos humanos de la Presidenta, va perdiendo la filosa crítica a los beneficiarios de los negociados que lo caracterizara en la época de Menem. Wainfeld, siempre con más esquives que Maravilla Martinez, sugiriendo presuntas disidencias aparece masticando el vidrio de las ART.
Todos "rodeando a Cristina", protegiéndola, como pidió Juan Carlos Dante Gullo cuando murió Néstor Carlos Kirchner. Quizá una tardía reedición de "el Viejo es nuestro".
Todos escuderos, cualquiera se la posición de la Presidenta.


La sorpresa de Aparecida.

También es ésta la tesitura de Edgardo Mocca, sólo que apelando a otro Cardenal con poder político, Richelieu. Así fue su posición frente a la Ley Antiterrorista.  Dijo entonces, "Desde mi perspectiva, de mi mirada sobre las libertades democráticas no me gusta".  Pero "es una de las cosas que tienen que ver con las razones de estado".

Porque Mocca es profesor de Ciencias Políticas, si es que las hay. Ha leído Maquiavelo, se descuenta.
Puede poner la mirada de un analista político, más que de periodista; se distingue del filósofo y del sociólogo, del abogado y del poeta. Nos ofrecerá entonces pistas ideológicas. No nos hablará de ideologías que evocan falsas conciencias, ni ocultamientos, ni transformismos que argumentan contraponiendo los discursos, en este caso de la iglesia romana, con las conductas, con la iglesia "realmente existente".
Esa posición es infértil y reduccionista porque no atiende al valor de las palabras. Mocca asume un punto de vista distinto, el que "considera que en la vida colectiva las palabras se autonomizan relativamente del propósito de uso individual de quien las pronuncia. Crean expectativas, construyen campos de alianzas y adversarios, sustentan identidades, disputan sentido".
Supone que sus lectores, los de Página 12, pueden confundir algún texto, que él -dice- eligió a modo de provocación, es decir propedéuticamente, del Documento de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, que el Papa obsequió a la Presidenta, con el discurso de algún líder populista latinoamericano.

No, Mocca es más sutil, más perspicaz, ha entendido mejor que los demás el modelo teórico presidencial.
Utilizar el documento como insert, tal como prometió la Presidenta al Papa, no significa rellenar un discurso con una cita de autoridad, como surge de una lectura superficial. 
Es politólogo, tampoco va a endosar la afirmación poética del valiente Gelman. Sería osado pensar que la Presidencia le fue a lavar los pecaminosos calzoncillos a Bergoglio.
La Iglesia de la Conferencia de Aparecida tiene un agudo y crítico discurso social para esta época. Mocca incita a leerlo para no equivocarse. Lo tiene a la fuerza -dice-, en América Latina escasea la fe religiosa o se va para otros rumbos evangélicos. A veces ni siquiera evangélicos sino seculares. Hay un lugar de disputa.
Pero el buen discurso social de la Iglesia está unido al discurso religioso, con los dogmas contrarios a la elección sexual y la libertad de género (únicos dos ejemplos que recuerda Mocca).
Pues bien, es necesario insertar el discurso social de la iglesia y darle sentido político. Y tragarse las hostias, sin masticarlas, eso sí.
Aprovechando también, de paso, que el Papa va a estar ocupado en los desaguisados que le legó Benedicto.

El analista político debe demostrar que el discurso social del CELAM es bueno.
Primero transfiere su sorpresa, provocando la del lector. Nos descubre que las palabras, de la conferencia episcopal que Bergoglio presidió en el 2007, tienen una "significativa sincronía con el modo en que el presidente de Ecuador Rafael Correa, define la realidad sudamericana": "cambio de época".
Después descubre también que el documento "está atravesado por la tensión entre el extraordinario salto del desarrollo de la ciencia y la técnica –particularmente las de la manipulación genética y la comunicación social– y lo que llama una «crisis de sentido» de la civilización humana".  
Finalmente que "el texto está penetrado de una mirada agudamente crítica del proceso de globalización".

El pastor debe evitar que se disperse el rebaño. "Francisco tiene que gobernar la Iglesia Católica en este mundo. No se trata de un gobierno estatal, «terreno», más allá de las fronteras del Estado vaticano. Se trata de un liderazgo espiritual, del poder de un mensaje cuyo léxico no es el de la decisión política sino el de la apelación a una fe. Sin fe no hay iglesia, aunque pueda haber y hay masivamente una fe que no forma parte del catolicismo y, en muchos casos, de ninguna otra institución eclesial". 
Esta fe que se le escapa a la Iglesia Católica es la que "atraviesa momentos críticos".

En América del Sud y el Caribe hay pobreza.
Por eso "Se entiende muy claramente por qué el signo de toda la gestualidad desplegada por Francisco desde su elección está dirigido a la humildad y al acercamiento con los pobres.
No es arbitraria la conexión de esa presentación pública del nuevo papa con el siguiente texto del documento al que nos estamos refiriendo: «La afirmación de los derechos individuales y subjetivos, sin un esfuerzo semejante para garantizar los derechos sociales, culturales y solidarios, resulta en perjuicio de la dignidad de todos, especialmente de quienes son más pobres y vulnerables».
Más aun, esa preocupación por los pobres no proviene de cualquier lugar. "El Papa está en un mundo en el que se desarrollan procesos de transformación social, con el cristianismo como emblema y sustento ideológico. Y ese proceso ocurre en el «distrito» de donde viene el Papa, de ese «fin del mundo» que él mismo mentó el día de su elección; ocurre en América del Sur. El mundo en el que actúa Francisco está atravesado por la crisis del paradigma capitalista bajo el que se desarrolló durante las últimas cuatro décadas". No se trata ya del simplismo de que Bergoglio sea argentino, se trata de que el lugar de donde proviene el Papa está atravesado por la crisis del paradigma capitalista, donde se desarrollan procesos de transformación social con el cristianismo como emblema y sustento ideológico.

Pero Mocca sagazmente advierte un problema: el discurso de la Iglesia es religioso.
Porque es claro que "según los obispos, la llave de la recuperación de un sentido universal, aun en el reino de la diversidad y la pluralidad, está en manos de la religión y, claro está, de su religión". Ya que "el uso episcopal difiere del uso político". Está claro, el episcopado reunido en Aparecida era religioso y católico y -nos informa- el discurso político difiere del religioso.
La cosa será, entonces, que allí dónde los obispos y misioneros, aleccionados por la Conferencia Episcopal que presidio el obispo Bergoglio, le den a las palabras un sentido religioso, habrá que otorgarles un sentido político que no tienen.


La política y el padrenuestro.

La probabilidad de apropiación y cambio de sentido del discurso religioso parece estar fundada en que, a pesar de que el cristianismo funciona como emblema y sustento ideológico, "Buena parte de su feligresía forma parte hoy de nuevos movimientos sociales que no solamente ejercen y educan en la solidaridad sino que también son formadores de una nueva ciudadanía, original y conflictiva, orientada hacia nuevos modelos de convivencia social". 

En este descubrimiento nada se puede reprochar al analista político.
El problema es que esto no es algo que Bergoglio deba aprender. Ni Bergoglio ni Benedicto XVI. La conferencia de Aparecida, si se lee todo el documento, comenzando por el título ("Discípulos y Misioneros de Jesucristo, para que nuestro pueblos en Él tengan vida"), si es cierto que da cuenta de la pobreza no es para cambiar nada, sino para buscar los lugares sociales propicios, por su vulnerabilidad, para generar misioneros. No es casualidad que la presidiera un jesuita, un misionero de las misiones.   
325. Los jóvenes provenientes de familias pobres o de grupos indígenas requieren una formación inculturada, es decir, deben recibir la adecuada formación teológica y espiritual para su futuro ministerio, sin que ello les haga perder sus raíces y, de esta forma, puedan ser evangelizadores cercanos a sus pueblos y cultura.
Esta es la "preferencia por los pobres" que vino a suplir la teología de la liberación.

El analista político no está obligado a leer los documentos más importantes de la Iglesia Romana. Por eso supone que sus lectores se sorprenderán como él al descubrirlos.
Dos años después de la conferencia del CELAM, Joseph Aloisius Ratzinger, otro papa del que había que olvidar su pasado, el de las Juventudes Hitlerianas, emitió la Encíclica Caritas in veritate. Hay allí una minuciosa descripción de las miserias y los peligros que aquejan y acechan hoy a la humanidad, muy particularmente la cuestión ecológica.
La gran responsable de ello, como en el documento cuyas partes no ha leído Mocca, es la globalización, que aparece como una maldición bíblica.  
Como en el texto de Aparecida se contabilizan los males y las penurias y se llama a corregir los excesos: caritas in veritate.
"Excesos" de los capitalistas financieros y empresarios. La Iglesia parece participar de la idea de un capitalismo serio.
Nuestro politólogo se asombra de que el documento episcopal mente la cuestión de la manipulación genética.
Como dije, no está obligado a leer los documentos vaticanos. Pero no todos los documentos vaticanos son secretos.
Ya desde, por lo menos 1982, la iglesia romana se ocupa de la biotecnología. Juan Pablo II afirmaba que  es “un precioso instrumento en la solución de graves problemas como el hambre, produciendo variedades de plantas más avanzadas y resistentes, además de crear medicamentos más efectivos”.
En la encíclica La caridad en la verdad, Benedicto decía que para abordar "el problema de la inseguridad alimentaria hay que promover el desarrollo agrícola de los países más pobres. Esto puede hacerse mediante la inversión en infraestructuras, así como con la difusión de la tecnología agrícola [...]".
Si el analista político lee el suplemento rural del diario del monopolio apreciará que es el mismo argumento que sostiene el Ingeniero Héctor Huergo en favor de los organismo genéticamente modificados (OGM) de Monsanto, autorizados por la Presidenta el año pasado.
El Vaticano posee una Pontificia Academia de las Ciencias. Desde 1999 viene reuniendo periódicamente una buena cantidad de técnicos que se expiden sobre los OGM. Todas las conclusiones de los seminarios ha sido publicadas por la Iglesia. Van dirigidas a la aceptación de los mismos como forma de "paliar el hambre".

También existe un Consejo Pontificio de Justicia y Paz. En 2011 trató el tema del capital financiero. Se verá que la preocupación es la crisis y la extrema desigualdad como un problema ético. Concluye con  un llamado para la creación de un organismo internacional de regulación de las actividades financieras.
El analista político podría observar que en estos documentos no aparece ninguna relación entre la utilización de los alimentos como commodities,  la cuestión ecológica y el hambre, por ejemplo.  

Pues bien, los países cuyas economías se basan en la explotación de los commodities resultantes de la agricultura basada fundamentalmente en OGM, de las que resultan la desertificación, la expulsión de pueblos originarios, campesinos y pequeños productores, están en el "distrito" de Francisco. Y, por cierto él, salvo que en esto también le falle la memoria, conoce bien, a diferencia de nuestro analista, los documentos vaticanos.
Entre esos países están Argentina, Brasil y Paraguay. Países donde los mentados procesos de cambio, además del citado Correa con la megaminería, se hallan los gobiernos que la Iglesia no ve con buenos ojos.
Lo que parece estar disputando la Iglesia Romana no parece ser más que el gobierno de un mismo proceso. El proceso de adaptación a la hegemonía del capital financiero, del que la Iglesia, se ve también por sus escándalos bancarios, no parece ajeno.
Lo está disputando en el terreno religioso con los pentecostales del populista (para ellos) Lula y, en el terreno político con todos. Me parece.

Coincidencia en la adaptación, evidente respecto a la deuda.
Parece no haberle llamado la atención al politólogo la celebración del "desendeudamiento".   
Dice el texto de CELAM: "406. Es urgente proseguir en el desendeudamiento externo para favorecer las inversiones en desarrollo y gasto social, prever regulaciones globales para prevenir y controlar los movimientos especulativos de capitales, para la promoción de un comercio justo y la disminución de las barreras proteccionistas de los poderosos, para asegurar precios adecuados de las materias primas que producen los países empobrecidos y normas justas para atraer y regular las inversiones y servicios, entre otros".
Todo un programa.

Desendeudamiento significa pago de capital e intereses. J.P.Morgan y Barclays recomiendan comprar bonos argentinos y venezolanos. Pese a los altos intereses que ha pagado Venezuela, en los últimos 14 años no ha dejado caer ningún vencimiento. En nuestro país ha dicho la presidenta que los dólares se precisan para pagar la deuda.
Petróleo y soja transgénica son commodities. Precios adecuados, dice el CELAM, para pagar deuda al capital financiero que, para evitar peligrosas crisis debe ser controlado y regulado por un organismo internacional, dice el Vaticano.

Si, efectivamente, algún distraído puede confundir el discurso de la iglesia romana con el de algún "líder populista", como teme Mocca, es porque en definitiva no hay tanta diferencia. Diríase que son complementarios.
No parece disputarse un espacio de discursos sino de poder sobre los fieles e infieles. Los más pobres. Poder terrenal que es social, político, económico, cultural y religioso. Y no lo ignoran algunos líderes sudamericanos y del Caribe. Y la iglesia, no sólo la católica, también y, seguramente; desde antes que aquéllos. Y el discurso del Vaticano nunca ha dejado de ser político, el cielo para los pobres, para los obispos la tierra.

Los cardenales han leído a Maquiavelo hace mucho tiempo y saben que la política no se hace con padrenuestros. ("Che gli stati non tengono co´ paternostri in mano". Istorie fiorentini, VII, 6.) Los jesuitas mejor que nadie, profesor Mocca.



Edgardo Logiudice
marzo de 2013.


   



[1] Es de observar la coherencia de la construcción filosófica de Feinnman. También la Presidenta participa de el desdoblamiento, es militante y funcionaria, pero en forma de hipóstasis teológica militante-funcionaria, une dos personas en una. Este sesgo teológico se acentuaría si se agregara la persona de "abogada exitosa" conque la Presidenta ha justificado sus bienes terrenales. Lindaríamos la hipóstasis trinitaria, esto explicaría el nombre de Cristina.