Si la tierra es de todos y para todos, o debería serlo,
habría que ocuparse un poco de ella.
¿Quiénes son los verdaderos usufructuarios de la tierra?
Hablo de la tierra productora de alimentos, de la industria agrícola-ganadera.
Por eso es bueno saber qué se siembra y para qué, cual es su destino.
El área sembrada con soja transgénica es más de la mitad de
las tierras cultivadas.
Argentina es el primer exportador del mundo de aceite de
soja. Más de una cuarta parte del valor de las oleaginosas son de poroto de
soja. Una cuarta parte de las exportaciones tiene como destino China. China
absorbe el sesenta por ciento de las exportaciones mundiales de porotos de
soja.
En China habitan 158 millones de desnutridos de los 870
millones que hay en el mundo, la quinta parte. Su población total es de l.354
millones de habitantes, es decir el 8,59% está desnutrido.
El 6 de junio de este año se dio a conocer el informe
Perspectivas Agrícolas FAO-OCDE 2013-2022 realizado en Pekín con una especial
atención a las perspectivas de China.
En los últimos cinco años, China
ha duplicado las importaciones de commodities agrícolas, y respecto al
año anterior las importaciones de cereales se han triplicado.
China
mantendrá su papel de país líder en agricultura, con un 63% de la producción
mundial.
El Director
General de la FAO, José Graziano da Silva, aseguró por su parte que "los
elevados precios de los alimentos son un incentivo para incrementar la
producción".
Se espera
que el crecimiento del consumo de China supere el aumento de la producción en
cerca del 0,3% anual, lo que indica una mayor apertura –aunque modesta- del
sector agrícola chino, según el informe. Este prevé también que las
importaciones de semillas oleaginosas en China aumentará un 40% en los próximos
diez años, alcanzando el 59% del comercio mundial.
"Para compensar el superávit en comercio, China
exporta capitales, invirtiendo en bonos de los gobiernos de los países
importadores, sobre todo de Estados Unidos".
Según los datos publicados este lunes por Bloomberg, China
ha sobrepasado a Estados Unidos y se convierte así en la nación comercial más
importante del mundo en términos de tráfico comercial.
Monsanto produce el glifosato. Es un herbicida, un
matayuyos. Los yuyos se adaptan, mutan y vuelven a aparecer, por lo que las
dosis tienen que ser mayores. Pero el peligro es que el glifosato mate también
a la soja. Por lo cual Monsanto desarrolla nuevas genéticas resistentes al
propio glifosato que fabrica.
Los chinos le compran el herbicida pero no la tecnología
para resistirlo. Pero compran soja (porotos, harinas y aceite) transgénica,
entre otros a la Argentina. Hasta ahora aun no había aprobado la compra de una
soja de nueva tecnología, la RR2Bt.
El último
suplemento rural de Clarín está eufórico, titula Una nueva era comienza.
China aprobó
la soja transgénica de Monsanto RR2Bt, que ahora sí va a poder sembrarse en la
Argentina desde esta misma campaña.
El 16
de agosto de 2012 el Ministerio de Agricultura la aprobó. Desde entonces se
esperaba que China también la aprobara ya que la mayor parte de la producción
de soja y derivados tiene como destino la exportación y la principal
importadora es China.
Allá
fueron misiones de Timmerman, Yahuar y otros funcionarios a convencer a los
chinos. Mientras tanto los dos grandes productores de semillas ya trabajaban
preparándolas para venderla a los productores.
Las
semillas que se preparan para sembrar (germoplasma) son los que adquieren la
tecnología genética de Monsanto. Son además los recaudadores de su patente. La
patente que pagan los productores.
Los
grandes semilleros, Nidera y Don Mario, contentos. Por supuesto también
Monsanto que no sólo vende su tecnología, sino que aprovechando la volada él
mismo ahora produce el germoplasma, esto es la semilla para sembrar. De este
modo es socio de los semilleros y, a la vez, competidor a largo plazo.
En suma,
Monsanto no se pierde el negocio de China sino que lo hace a través de las
exportaciones argentinas.
Pero
¿qué es lo que se exporta? El poroto de la soja, en cualquiera de sus formas,
contiene la fertilidad, los nutrientes de la tierra y los que el productor paga
para renovarlos, agua (el bien más preciado) de las lluvias y las napas y
trabajo. Sobre todo nutrientes y agua. Se exporta tierra y agua como vehículo
de la tecnología de Monsanto. Se exporta erosión (a pesar de la siembra
directa, que también genera hongos y especies de lombrices riesgosas para los
cultivos) y se exporta la desaparición de flora y fauna autóctona.
Monsanto
tiene domicilio en los Estados Unidos de Norte América.
¿Quién
es Monsanto? La mayoría de sus acciones se encuentra en manos de fondos mutuales y de
inversión, ranqueando entre los principales el grupo Fidelity Investments
(controlado por la familia de Edward C. Johnson II, con algo más de un 8%), The
Vanguard Group (casi un 10%), State Street Corporation (un 4.35%) y la
neoyorquina BlackRock Institutional Trust Company (con una participación
cercana al 3%). Otro de los inversores es Bill Gates.
Es decir, grandes grupos de inversión financiera, sin ser
propietarios directos de la tierra, hacen negocio con ella, pero ni siquiera
para darle de comer a los chinitos desnutridos, porque los chinos, como vimos,
alimentan a los que les interesa. Prefieren poner sus capitales en Estados
Unidos antes que alimentar muertos de hambre.
Esto sucede con la tierra de la mentada oligarquía.
La Cámara Nacional Electoral emitió un listado con las
plataformas electorales de los partidos políticos reconocidos a Mayo de 2011.
No son muchos los partidos que presentaron su plataforma.
El Frente Para la Victoria tiene la misma que el Partido
Justicialista, nada dice respecto al uso de la tierra.
La Unión Cívica Radical, siempre tan pulcra y ordenadita, sólo
se ocupa de la baja de las retenciones a la exportación agrícola.
Los clásicos partidos de izquierda, el Partido Obrero y el
Partido Comunista no presentaron plataformas.
Indagando un poco más la plataforma del P.O. del 2009 no
menciona el tema de la tierra. Algunas plataformas provinciales del P.C. se
refieren a una redistribución de la propiedad de la tierra, nada sobre su uso. Los
socios menores del P.O. no mencionan la cuestión.
La escuálida plataforma del Frente Renovador es un pequeño enunciado
de generalidades.
La de Libres del Sur dice: Terminar con el latifundio y el
minifundio improductivo mediante una Reforma Agraria Integral y Profunda; para
que la tierra sea de quien la trabaje. Frase arqueológica hallada seguramente
en algún yacimiento de panfletos del PC.
El Frente Amplio Progresista celebra la modalidad el
crecimiento de esta industria agrícola.
Nuevo Encuentro promete que definirá en el futuro una
política de usos y asignación del suelo rural conforme a los objetivos de
gobierno, que no dice cuales son. Del Partido bancario Solidario no existe
plataforma.
El PRO es muy claro: Se deben apoyar las exportaciones de la
Provincia a través de la identificación de demandas externas, asistencia
técnica a las empresas que estén exportando o que lo quieran hacer por primera
vez, programas de créditos más flexibles y establecer en forma frecuente y
consecuente misiones comerciales en los distintos mercados.
Bien mirado lo que postula el PRO lo hace el gobierno.
Tal parece que mientras en Chicago anden bien los
commodities agrícolas el problema de la tierra no existe.
El 27 de octubre votaremos por el yuyo de Monsanto. Los
fondos de inversión agradecidos.
Edgardo Logiudice
Junio 2013